Otra de las leyendas que se suelen
contar en Yepes y siempre ha despertado mi curiosidad, es la del origen de
cierta fiesta religiosa que todos los años se celebra justo el viernes
posterior al Corpus Cristi. También es el origen del escudo de Yepes un león
rampante manteniendo entre las zarpas una custodia.
Siempre me ha atraído esta historia
tantas veces recordada pero tan poco descrita. Por lo que un día me decidí a
buscarla y, buceando mucho por la historia de mi pueblo, llenando mis manos del
polvo de libros almacenados y olvidados, pasándome horas como ratón de
biblioteca leyendo manuscritos en antiguo castellano, al fin conseguí
encontrarla. Y, para que no vuelva a perderse en el olvido, he decidido
reescribirla en estas hojas. Así, todos los yeperos de nacimiento,
adopción o cualquiera que sea su unión con este lugar lo recuerde lleno de
orgullo. No por las muertes y lo que aquí suceda, sino por el valor, coraje y
valentía que derrocharon estos humildes campesinos en pro del honor de su
pueblo.
Corría el
siglo XIII después de cristo. La resaca de la celebración del corpus
Cristi en la villa de Yepes aún se notaba en cada rincón del pueblo. El olor a
tomillo fresco, hierbabuena e incienso se sentía en todo el lugar. Las calles
por donde recorría la procesión aun mostraban sus mejores galas. Los santos y