miércoles, 21 de diciembre de 2011

una vida tras su recuerdo

La música comenzó a sonar. El gramófono que tenía a mi lado giraba el disco de pizarra hiriéndolo suavemente con la pequeña aguja lectora. A su vez el cono amplificador comenzaba su grave sonido.

“Quiso Dios, con su poder...”- La gran voz de Estrellita Castro inundaba la habitación, cantando Suspiros de España.

El sillón en el que estaba sentada apenas podía soportar mi peso. Notaba como a cada movimiento sus patas se quejaban, chirriaban, intentando abrirse para poder así escapar de tan grave penuria a la que estaban sometidas día a día. Sin embargo, la cola que mantenía unidos sus travesaños aún aguantaba imperturbable. El maestro ebanista, al menos con ese mueble, había hecho un buen trabajo.

Ya llevaba muchos años encerrada en aquella lujosa cárcel. Mesas, sillas, sillones y demás muebles eran mis humildes carceleros. Todos aquellos enseres que había recopilado durante toda mi vida me observaban implacables y silenciosos dispuestos a dar la voz de alarma al menor movimiento en falso que mi cuerpo osase hacer.

Lo único bueno de mi prisión es que desde mi trono podía contemplar la calle. Ver como la gente paseaba por la acera ajena a todo lo que sucedía a su alrededor, hablando, riendo, discutiendo. Los niños correteaban alrededor de sus madres. Mientras, ellas se quedaban absortas mirando los últimos diseños que habían traído de París. El reflejo de aquellas mujeres en los escaparates, unidos a sus movimientos, las descubrían  imaginándose como quedarían en sus cuerpos esos caros ropajes puesto que, para la mayoría, no estaban al alcance de sus bolsillos.

Primer Post

Al fin me he decidido a mis 28 años, después de demasiado tiempo pensando si sería capaz, o no, a introducirme en el mundo de los blogs para dar rienda suelta a mi mente cada día más repleta de personajes, recuerdos, ideas, miedos, sueños..., que día a día han ido, sin mi permiso, naciendo en todos los huecos vacíos y perdidos de mi cabeza para ir ocupando su lugar hasta madurar y formar parte de mi.


Creo que ya es hora  de que, estas ideas, una vez completamente maduras, vayan saliendo, una a una, de sus escondites y por fin  vayan tomando forma no sólo en mi mente, sino en pequeñas palabras para vivir su vida fuera de mi cabeza, que sean alimento para todo aquel que se de un paseo por aquí aunque sólo sea una vez para ojear.


Puede que, con el tiempo, esto se convierta en un diario, o puede que no, que sea aburrido, o interesante, que lo lea mucha gente o sólo me pasee yo de vez en cuando a visitar y releer todo aquello que alguna vez ha formado parte de mi para  dotar de nuevo de vida y energía aquellas palabras que en su día emergieron  quedando impresas en cada uno de los posts que día a día, semana a semana, o cuando la musa que hay dentro de nosotros le dé la real gana de aparecer y dotar de vida a otro hueco vacío de mi cabeza.


Habrá gente que le guste lo que hago y gente que no, muchos que me critiquen  por mi forma de pensar, de escribir, de existir..., pero solo soy un aficionado más que quiere dar rienda suelta a su imaginación sin ninguna otra esperanza más que aprender e ir mejorando día a día.


Y por ultimo gracias a todos aquellos que alguna vez gasteis algún tiempo muerto de vuestra vida pasando por aquí.


Un saludo,


Luis Lorenzo del Cerro Alonso.