miércoles, 2 de diciembre de 2015

Viernes Triste(Parte II)

Una campanilla sonó desde dentro de la cueva. Era la señal acordada. Rasid, y los demás sacaron sus alfanjes y se adentraron en ella. A lo lejos una titilante luz les indicaba el camino a seguir. El sudor corría por cada poro de la piel de los 10. Por fin se podían vengar de ellos. Iban a dar a todos aquellos cristianos creídos donde más duele. Iban a profanar su fe, quebrar su voluntad y hacerse con ellos.

Siguieron por los túneles, a una cierta distancia, la luz que les servía de guía. Según las instrucciones que les habían dado, no debían llegar a la altura de la luz. Nunca tenían que conocer el rostro que les iba a ayudar a no ser que quisieran ser pasto de las hogueras que de vez en cuando se encendían para liberar a los infieles de sus pecados mortales que cometían minuto a minuto por no abrazar la fe cristiana.